SITUACIÓN ACTUAL DE LA PEDAGOGÍA

SITUACIÓN ACTUAL DE LA PEDAGOGÍA 


Los padres, los educadores y los profesores tienen que adaptarse constantemente a los cambios constantes de la normativa para combatir el Covid-19. Los métodos probados y los contenidos importantes pueden dejar de impartirse de repente. Esta contribución propone que una máxima particular de la pedagogía Waldorf es vital en esta situación: educar a los jóvenes hacia la libertad, la igualdad y la solidaridad. Porque, ¿no son estos precisamente los valores que están amenazados en la crisis actual?

 

En el contexto de pandemia mundial generada por la COVID-19 y su consecuente distanciamiento social donde no hay otra opción distinta que adaptarse a la educación virtual para darle consecución a los procesos educativos, toma especial relevancia el hecho de que los docentes tengan competencias digitales para el manejo de recursos que sean útiles en sus clases y de provecho para los estudiantes. Se considera además que el uso de estas herramientas para el proceso de enseñanza y aprendizaje debe fundamentarse en criterios didácticos y pedagógicos que permitan la construcción de aprendizajes significativos.

La Constitución Política de la República de Panamá, en su artículo 87, sostiene que: 

"Tiene derecho a la educación y a la responsabilidad de educarse", lo que implica que para el desarrollo individual y social de la educación, el esfuerzo ha de ser conjunto entre el Estado y el propio individuo educado”. (2)

Lo anterior nos indica, que en cualquier circunstancia se debe priorizar el derecho a la educación de los estudiantes y es responsabilidad del Estado proveer de este beneficio a sus ciudadanos. 

La situación actual de la educación virtual, genera un sistema educativo que debe buscar adaptarse a esta nueva realidad.  Uno de los mayores retos es encontrar y mantener la conectividad con los estudiantes. Llevar a cabo  acciones concretas basadas en estrategias desde los diferentes entidades educativas; entre las cuales se pueden señalar:

       Las instituciones de educación en todos los niveles deben emprender esfuerzos para ofrecer cursos por tantos medios tecnológicos como sea posible, ya sean teléfonos celulares, tablets, computadoras, televisión, entre otras; con tal de maximizar el acceso al mayor número posible de estudiantes. 

       Establecer políticos educativas que vean la situación que emergió por la pandemia como un llamado de alerta. Es cierto que la política no ha causado esta crisis, pero es evidente que los políticos han contribuido a crear condiciones que propiciaron que hoy no estemos debidamente preparados. Es hora que prioricemos a la educación como la base de la sociedad. 

       La situación es particularmente preocupante respecto de los estudiantes más vulnerables que ingresaron a la educación en condiciones más frágiles. La pandemia del virus COVID-19 ha llevado al sistema educativo, en los diversos niveles, a tomar medidas tecnológicas, aplazar periodos de trámites, flexibilizar matrículas y ofrecer alternativas con la finalidad de que los estudiantes no paralicen sus clases y educar a toda la comunidad.